Pilarica, la mejor embajadora de la cultura andina peruana vuelve a la carga con su nueva entrega: Los inseparables.
La exitosa saga titulada El secreto oculto de los Andes alcanza su cuarto volumen de la mano de una prolífica autora, que pone en valor su vasto conocimiento cultural de su Perú natal desde su habitual residencia en Canadá.
Se cuentan por los miles los lectores que Pilarica ha logrado reclutar para que disfruten con las novelas fantásticas que esta animosa autora ha decidido colocar en el concurrido mercado literario de la mano de su reputada saga El secreto oculto de los Andes. Y lo presumible es que esta apuesta personal que arrancase como un homenaje a su Perú natal continúe creciendo de forma orgánica, sobre todo si tenemos en cuenta que la nueva entrega podría considerarse como la de mayor empaque y mirada más larga en cuanto a su elaborada trama.
En esta ocasión, bajo el título de Los inseparables, la narradora nos sumerge en un universo con componentes mágicos y casi imprevisibles, como corresponde a las novelas de aventuras de toda la vida. Partimos de una situación en la que las fuerzas del mal han arrancado a los pobladores de Cuchimilcos lo que más atesoran: las protecciones que logran de sus muñecas chancay. Es el orfebre Hatun Apu, que regresa de Europa, es el que cae en la tentación de las fuerzas maléficas, que lo utilizan aprovechando el resentimiento que se le ha creado en su alma por no recuperar el amor de su vida. La eterna lucha del bien y del mal, en versión andina y magníficamente escrita. Por algo estamos ante una obra apta para todos los públicos, altamente formativa además.
Echemos un vistazo a la calidad de su prosa: «Con el ataque que se perpetró contra el pueblo de Cuchimilcos, en el Reino de las Tinieblas la anaconda, afligida, no soporta ese nuevo revés. La receta que se le hurtó a Tokapi, la curandera del pueblo, para transfigurarlos en visibles no les fue de mucha utilidad. La victoria les fue arrebatada por muy poco». Dan ganas de seguir leyendo.
La fantasía que desprenden sus páginas, el conocimiento preciso del folclore andino, las tradiciones ancestrales y un excelso ramillete de personajes con los resulta muy fácil empatizar son las piezas con que se ha compuesto una obra estupenda, que probablemente debería figurar en las salas de lectura de los centros de formación de, al menos, todo Perú. Porque no solo de Machu Picchu vive el viajero… y el lector.
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