Reseña: "La novela de una fábrica de relojes", de Estella Fallet

Con motivo del 150 aniversario de Tissot (fundada en 1853), ocurrido en el año 2003, la firma suiza de relojería hacía entrega del libro "La novela de una fábrica de relojes", escrito por Estella Fallet, a todos los que adquiriesen un reloj durante ese año. El libro posee 225 páginas (cubiertas incluidas), y se da la curiosidad de que, escrito en primera persona por una mujer, lo hace redactándolo como si ella fuese un hombre que viaja a la localidad de Le Locle para visitar la fábrica de Tissot.

La novela incluye imágenes, dibujos y bocetos de algunos modelos de relojes y diversos detalles gráficos. Su protagonista comienza cogiendo el Tren de Gran Velocidad (TGV) hacia Suiza, con el fin de pasar allí sus vacaciones, aunque en realidad el preámbulo (y no podía ser de otra forma, tratándose de una obra auspiciada por la propia Tissot) es un alegato a la destreza y saber hacer de Nicolas G. Hayek y de su Grupo Swatch, y también en buena parte un compendio de adulaciones a sus marcas.

_La fábrica de relojes_

//Es de agradecer que una novela así esté traducida al español. Ahora bien, ese esfuerzo bien podrían haberlo hecho no solo en la traducción y maquetación, sino en la organización del texto.//

Entrando de lleno en el libro encontramos una redacción enormementa caótica, pareciera que nadie se ha preocupado en la corrección seria del libro. De hecho llega al extremo de estar entremezclados los diálogos con las escenas (y los escenarios), lo que lleva a que, en ocasiones, el lector no sepa muy bien si lo que está leyendo lo dice una de las personas con las que interacciona el protagonista, o es un pensamiento del propio protagonista, o una descripción de la autora. Suponemos que ese es el precio que hay que pagar cuando un libro es "gratuito", aunque todo alrededor de esta edición inspire que, realmente, la maquetación ha sido llevada con cuidado. ¿Por qué, entonces, se ha descuidado lo más importante, que es la organización literaria? No tiene ninguna explicación.

Durante las primeras páginas las referencias a Tissot, incluso en los detalles más nimios (como cuando el protagonista se pone a buscar en Internet) llega a ser tan repetitiva que se vuelve soporífera, casi agobiante, y uno olvida que está ante un libro de narrativa para creerse que no es más que una publicación publicitaria.

_La fábrica de relojes_

//La novela es prometedora y a priori enormemente atractiva, pero una vez nos metemos en su lectura nos damos cuenta que no es más que un interminable bloque de texto publicitario y, encima, muy caótico.//

A pesar de mis primeras ilusiones y grandes expectativas depositadas en esta novela, tengo que admitir que a menos de la mitad de sus 225 páginas la abandoné. Se hace pesada, las referencias no tienen sentido, y la mezcla de elementos (como la autora cuenta que el protagonista está tomando un café y a renglón siguiente resulta que se pone a mencionar un librero que aparece de la nada y que nadie sabe de dónde salió...) hace que continuamente perdamos el hilo. No hay narración ni aventura, página tras página es una repetición constante sobre lo bien que lo ha hecho Tissot y los relojeros del Jura a los largo de la historia, pero al no ser un libro histórico, no tiene continuación porque de pronto te encuentras con que el protagonista cambia de tercio sin pies ni cabeza.

Es un libro, por tanto, para fanáticos de la relojería que quieran conservarlo, más por curiosidad que por otra cosa. Ya no se puede conseguir en papel, pero se puede seguir descargando por Internet gratuitamente desde la misma web de Tissot (pdf, 20,9 MB).